“El Arte de Escribir Publicidad” de Denis Higgins.
El común denominador de los “Grandes” de la Publicidad.
(William Bernbach, Leo Burnett, George Gribbin, David Ogilvy, Rosser Reeves)
Flor E. Rojas
Resulta interesante ir descubriendo, a medida que uno se introduce en este libro de Denis Higgins, la manera en que cada uno de los entrevistados resaltan acciones y pensamientos comunes.
Es decir, por cada entrevista hay un hilo conductor (Denis Higgins) que destaca un “común denominador” en la vida de estos “Grandes” de la Publicidad.
La importancia de leer y saber escribir
En cada una de las entrevistas se pregunta sobre el comienzo de estas personas en la publicidad, en sus respuestas encontramos que siempre existe estrecha relación con el hecho de haber estado en el mundo de la redacción, del periodismo. El interés por los libros les hizo posible utilizar más eficientemente algunos medios de la publicidad.
Asimismo, hubo otros factores que los acercó al medio como en el caso de Bernbach fue el arte y la escritura, para Burnett la imprenta, Gribbin estudió algo de periodismo y así estos señores conocieron el fascinante mundo publicitario.
Todos recalcan la complejidad de escribir para publicidad y la diferencia que tiene redactar para publicidad con la de redactar para otros medios dada su complejidad más otros factores.
David Ogilvy expresa algo al respecto: “Una de las dificultades de escribir textos para publicidad es la brevedad de los mismos.” Sobre esta base da un muy buen ejemplo de su experiencia al querer escribir un libro, acerca de la capacidad que adquiere un publicista para ser breve al escribir. Cuenta que cuando había escrito 800 palabras de ese libro prácticamente ya había concluido y tuvo que aprender a escribir extensamente.
Por esta razón recalca que escribir buenos anuncios realmente es difícil. Gribbin opina lo mismo de diferente manera: “El saber condensar, por supuesto, es parte de la dificultad de la redacción publicitaria”, Burnett responde de manera similar a la pregunta sobre escribir para publicidad en cuanto a escribir para periodismo: “Sí, mucho más difícil, ya que el texto tiene que ser mucho más compacto y al mismo tiempo comunicar hechos e información verdadera”.
Es bueno saber con la experiencia de otros, puntos importantes y pautas para lograr ser buenos en la materia publicitaria. La lectura y la redacción resultan armas indispensables para los publicistas dada las dificultades que se presentan al ejercer como tales, para lograr así la excelencia y llegar a ser “Grandes”.
Conocer el producto y al consumidorAlgo interesante que expresaron los entrevistados, fue acerca de su idea de lo indispensable que es conocer al producto del que van a redactar, siendo así un elemento muy importante para la eficacia de la publicidad misma.
De igual forma es estrictamente necesario y ya se nos ha repetido en varias ocasiones (a quienes sabemos algo de publicidad), conocer al cliente y/o consumidor. Toda persona relacionada con la publicidad sabe que su objetivo es vender ofertando un producto o servicio y debe dirigir este conocimiento a las necesidades del consumidor.
Por tal razón a como lo expresa William Bernbach “todo lo que se escribe, todo lo que se plasma en una página, cada símbolo gráfico, cada sombra, debe apoyar el mensaje que trata de resaltar y comunicar”. Por esto, resulta indispensable conocer lo que vamos a ofrecer, ya que el elemento más importante para lograr el éxito en la redacción de anuncios es el producto mismo, así lo dijo Bernbach y así “ahora” pienso yo.
Rosser Revees señala que el redactor destaca su idea alrededor del producto. Una vez que logra relacionar la idea con el producto, el redactor (de anuncios publicitarios) no tiene que buscar más: el resto sólo será un trabajo técnico relacionado con la forma de presentarlo de la manera más eficaz al público.
Y en ese sentido, debemos darnos a la tarea de estudiar lo que vamos a ofrecer y a quienes lo vamos a ofrecer, una Investigación de Mercado es el mecanismo perfecto para hallar estas respuestas.
Encontrar el atractivo a nuestro producto será la principal tarea, llenar las expectativas de nuestros clientes y/o consumidores debe ser la línea a seguir. Pensar como ellos, sentir como ellos debe ser la ruta para lograr calmar su necesidad en cuanto al producto. Tener conocimientos básicos no es suficiente para lograr ofrecer de manera eficaz un bien o servicio.
Debemos conocer mucho a cerca del producto sobre el cual se escribe, todas sus características y también a la persona que lo adquiere, es decir los motivos que la impulsan a comprarlo. Por eso es necesario apuntar a lo expuesto anteriormente.
Involucrar al cliente Esto me lleva a señalar dos puntos. Al cliente consumidor que es de quien hablamos anteriormente, a quien dirigimos nuestra campaña y el cliente fabricante que es dueño del producto.
Ya mencionamos la verdadera importancia de conocer y tomar en cuenta al cliente consumidor, ahora hablaremos de la importancia también de tomar en cuenta al fabricante, ambos tipos de clientes son indispensables para el publicista desde el punto de vista del producto y del consumidor, respectivamente.
Del primero mencionábamos que hay que conocerlo para ofertarle luego nuestro producto. Esta vez nos enfocaremos en el segundo, nuestro cliente fabricante. “Nunca sabremos tanto de un producto como nuestro cliente”, ésto lo expresó Bernbach refiriéndose a la pregunta de Higgins en cuanto al establecimiento de reglas de parte del cliente.
Todos los entrevistados mencionaron la importancia de involucrar al cliente (reitero cliente fabricante).
A la mayoría, por no decir que a los cinco, se les realizó preguntas similares para conocer si todos llegaban a la misma respuesta. En efecto, creyeron importante involucrar al cliente, pero no en lo absoluto, ya que después de todo a como opina Bernbach ellos podrán conocer como nadie su producto, él lo ha creado, pero de la misma manera tampoco él (el cliente) sabe de publicidad como el mismo publicista, valga la redundancia.
La importancia, expresa Bernbach, es que el cliente tiene la habilidad para fabricar y comercializar su producto, mientras que los publicistas necesitan habilidad para motivar y persuadir al consumidor.
Es algo así como trabajo en equipo, en ese sentido, que ambos vayan de la mano. No es recomendable que se trabaje por decreto del cliente, ni se trabaje sin tomar en cuenta a aquel que creo dicho producto, el cliente es quien proveerá el atractivo del producto que permitirá utilizar al publicista para cautivar al consumidor para que éste (el consumidor) posteriormente adquiera el producto.
Sobre qué escribirHay otros aspectos en los que estos publicistas coinciden, como el hecho de redactar sobre aquello que verdaderamente interesa, ya que las ideas que le fluyen están influenciadas por el interés que ellos denotan. Por otro lado también aseguran que los anuncios y las ideas que ellos logran son productos de hechos y acontecimientos de la vida mismas, de experiencias personales.
Queriendo así llegar a denotar ciertos pasos o rituales, a como él les llamaba en las entrevistas, que ellos seguían al momento de crear sus campañas o anuncios de publicidad.
La mayoría de los temas y preguntas que Denis Higgins señaló en dichas entrevistas con cada uno de estos personajes trataban de aspectos subjetivos en la manera en la trabajan, intentando demostrar lo que tienen en común estos personajes a parte de “El arte de escribir publicidad”.